Los departamentos de mercadeo de los laboratorios son quienes definen las pautas de comunicación con los médicos, los beneficios de cada producto, los mensajes a transmitir a los médicos, potencian
los valores del producto, aportan el posicionamiento de cada marca y acompañan en todo el proceso de consecución de los objetivos.
Pero
en todo este proceso influyen también muchos factores intrínsecos del
laboratorio y del representante, especialmente, sus valores. Transparencia, entrega,
constancia. Podríamos mencionar una larga lista, pero de todos ellos
quiero destacar la empatía.
En términos
generales, podríamos definir la empatía como el proceso por el cual
somos capaces de reconocer los estados de ánimo de los demás,
identificándonos mental y afectivamente con ellos. Pero requiere que
estemos atentos porque, "lo más importante es escuchar lo que no se
dice", y la empatía implica que identifiquemos cada estado de ánimo sin
necesidad de que nos lo digan.
¿Qué le aporta la empatía al mundo de la visita medica ?
En el mundo de la visita medica y del negocio farmacéutico, la
empatía nos ayuda a conectar con los médicos de una manera muy
significativa y a conocer al 100% sus necesidades.
La empatía genera su importancia si llegamos a entender en los médicos sus miedos, sus dudas,
sus ilusiones y así seremos capaces de entender qué es lo que necesitan y
aportarles la solución más acertada. Además, esto el médico lo nota y
lo agradece, con lo cual también estamos ayudando a crear un ambiente de
confianza entre nosotros.
Pero la
empatía no es sólo útil en la relación con el médico, sino también en
la relación con nuestros compañeros de trabajo,
siendo uno de los valores más relevantes del liderazgo. La empatía
ayuda a crear un buen clima laboral y, sobre todo, a crear un equipo
efectivo para conseguir un mayor esfuerzo y, por lo tanto, una mejor
productividad.
Sin embargo, "no debemos confundirnos, ya que no es lo mismo ser empático que ser amable o cordial. Ser empático implica
conocer las fortalezas y debilidades del equipo, saber cómo actuar ante
ello y cómo conseguir un mejor rendimiento, potenciando esas fortalezas y
transformando las debilidades, y en muchos casos, el líder debe adoptar
un rol estricto para saber cómo conseguirlo", uno
de los ejemplos más claros lo tenemos en Steve Jobs. La mayoría de la
gente lo considera un líder de referencia, y si bien es cierto que era
empático porque conocía a la perfección a su equipo y sus capacidades,
también era duro y controlador. Pero lo que está claro, es que consiguió
motivar a toda una generación".
¿Soy un líder empático?
La
empatía es difícil de medir, sobre todo porque se trata de una cuestión
emocional mucho más que de una cuestión intelectual. La empatía es
intangible y subjetiva. Forma parte de la propia personalidad y, por lo
tanto, no todos desarrollamos la misma capacidad empática. Pero como
toda habilidad, también puede perfeccionarse.
Para
ello, existen técnicas que nos ayudan a desarrollar la empatía, pero lo
más importante es que, previamente, realicemos un trabajo interior:
reconocer nuestros estados de ánimo, nuestras debilidades, nuestras
fortalezas, lo que a nosotros nos motiva. Sólo así, seremos también
capaces de reconocer todas estas capacidades en los demás.
Una vez realizada esta reflexión, podemos adoptar una serie de herramientas que nos ayudan a ser empáticos con los demás:
- Conexión visual:
Mirar a la persona y no estar pendientes de otras cosas (como por
ejemplo el reloj, el móvil, etc). De esta manera, el medico sabrá que
le estamos prestando atención y que nos importa lo que está contando.
- Gestos de aprobación:
Asentir con la cabeza, indicárselo con frases como "entiendo cómo se
siente", "en su lugar, estaría pensando lo mismo", etc. Ayudan a que el
cliente sepa que nos identificamos con él y que vamos a tratar de darle
la solución que nos gustaría que nos dieran a nosotros.
- Gestos de amabilidad, como una sonrisa, una palmada de apoyo, crean una conexión más cercana e íntima con el medico.
- Adecuar nuestra expresión a la expresión del médico:
Si él está enfadado, no debemos acentuar su enfado pero tampoco debemos
estar riendo porque se sentirá ofendido. Asimismo, tampoco conviene que
él esté contento y satisfecho, y nosotros estemos con una expresión
neutra.
Son solo unos consejos básicos que pueden ser
útiles para ayudarnos a desarrollar la empatía. Pero lo mejor es que
cuando aprendemos a interiorizarlos, ya no es necesario que pensemos en
ellos, sino que salen de manera natural.
Al
fin y al cabo, lo más importante de la relación con el médico y con el
equipo es que en el camino hacia la consecución de los objetivos,
todos vayan de la mano en la misma dirección.
Escrito por: Carlos Rodriguez.
Visitador Medico por 14 años en Sandoz (ahora Novartis), MSD y AstraZeneca, y muy agradecido de esta profesión. Ahora disfruto de mi plan B , hace 5 años tengo un negocio de Estética.
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Carlos me parece muy importante lo que dices. aveces uno confunde amabilidad con empatía y cree que con sonreirle a todo el mundo ya se es muy empatico.
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